
Abrió el libro y no pudo descifrar la palabra orbayu en medio de la frase. Llevaba 2 años viviendo en España y era la primera vez que se atrevía a leer en catellano. Su frecuente y continuo insomnio le llevó a imaginar qué podría ser. Pronto notaría cómo unas finas gotas de tranquilidad caían sobre su alma e iban cerrándole los párpados, ligeramente mojados, hasta entrar en un sueño profundo que no conocía desda la infancia. Soñó y recuperó su ser. Lousada |